La reciente compra de Smithfield Foods por parte de Shuanghui Group, ha encendido las alertas en España, donde derivado de ésta megacompra, los Chinos se han hecho del control accionario y operativo de CAMPOFRIO, lider español en producción de embutidos, con un capital social de alrededor de 102.220.823 €
En nuestro pais, la noticia ha pasado prácticamente inadvertida, salvo las señales de alerta que hemos estado emitiendo a través de nuestras redes sociales y en entrevistas a los medios de comunicación, pero la autoridad ha ignorado (o hace como que ignora), un hecho fundamental para la industria nacional de carne de cerdo: Smithfield Foods es el propietario de Granjas Carroll de México S de RL de CV, prinicipal productor de cerdo en pié en nuestro pais y la Unidad de Producción de Cerdo Vivo mas grande de Smithfield en el mundo (registrada por ellos en el Top 25 U.S. Pork Powerhouses® 2012 con 100,000 vientres en reproducción).
De acuerdo a su página oficial, Granjas Carroll es "el principal productor de cerdos de México, participando anualmente con el 13% de la producción nacional, equivalente a más de un millón 200 mil cabezas.
El 100 por ciento de la producción de
GCM se vende en pie, de la cual: el 66 por ciento se comercializa en
el Distrito Federal y Estado de México, el 34 por ciento restante se
destina a los estados de Veracruz, Puebla, Guerrero, Morelos, Tabasco y
Chiapas."
De acuerdo a diversos analistas (cuyas opiniones compartimos plenamente), la compra realizada por Shuanghui tiene un solo objetivo: Garantizar el abasto de carne de cerdo para una población de 1,300 millones de Chinos a toda costa.
Si analizamos friamente los números, 1'200 mil cabezas que de acuerdo a Grupo Carroll produce anualmente, equivaldria a alrededor de 96 mil toneladas anuales de carne consumible, apenas para proveer de 73 gramos de carne a cada habitante de China ..... sobra decir que llevarse la producción nacional hacia China es uno de las probables objetivos de Shuanghui.
Como impactaría ésto al mercado mexicano??
Veo dos posibilidades:
1- Una escasez de carne de cerdo derivada de la salida del 13% de la producción nacional, con un incremento del precio de la carne de cerdo en el mercado como resultado de la aplicación de la ley de la oferta y la demanda, llevando el precio del cerdo hacia arriba de los $100/kg, haciendo que el grueso de la población deje de comer carne de cerdo, con una caida a plomo de las ventas.
2- La intervención gubernamental para autorizar la entrada de carne congelada y de cerdo vivo (ésto último para poder preservar los empleos de la industria de sacrificio), con lo cual nuestras importaciones crecerían de golpe en un 13% por lo menos (iríamos de 700 mil toneladas al año a mas de 800 mil), crecimiento que dificilmente revertiríamos en el corto ni mediano plazo.
La operación nos tomó desprevenidos (para variar seguimos siendo reactivos en vez de proactivos), pero podemos implementar a la voz de ya las propuestas que hemos estado presentando en cuanto foro y ante cuanta autoridad nos ha prestado oídos: fortalecer la micro y pequeña porcicultura, para evitar la acumulación monopólica de la producción, socializar la riqueza que genera la industria porcina, poner en muchas manos la producción con la ventaja de que podremos controlar los precios, integrar a la industria de producción primaria verticalmente para disminuir los costos de producción y ser, en general, competitivos.
No veo en el corto plazo a los Chinos invadiéndonos con su producción de cerdo en pie, para ellos lo fundamental en este momento es consolidar y garantizar su abasto interno (medida que pocos paises estan considerando), ante una eventual escasez de alimentos global y ya despues, empezaran a pensar en invadir a los paises tercermundistas (mental y economicamente), con su producción
A diferencia de las repercusiones de la compra de Smithfield en México, en los EEUU si estamos hablando de una inyección de recursos, primero, en la ganancia que generó a los socios, al incrementar los precios de las acciones y en segunda, al adquirir el compromiso del pago de la deuda de la compañía norteamericana, ligándola al mercado de consumo de carne de cerdo más grande del mundo, con lo cual garantizan la venta de la totalidad de la producción estabilizando los precios de la misma e incrementándolos.
Para nuestro país, las consecuencias no podrían ser siquiera equivalentes, pues tanto Norson como Carroll, son simples unidades de producción de Smithfield, lejanas a las ventajas corporativas y más aun, a los beneficios que estas conllevan.
En EEUU, queda aún una infraestructura productiva que no tiene nada que ver con Smithfield, muy poderosa, que puede abastecer el mercado interno y más aun, seguir exportando, a diferencia de nuestro país, que es deficitario en un 50% en el abasto de cerdo en pie y que con esta operación, crecerá a ser deficitario por lo menos en un 60%.
El control Chino de la alimentación mundial.
¿¿Seguiremos sin ponerle atención a sus movimientos en el tablero de ajedrez??? ........
Francisco Quintana Damian
Director de Vinculación
Grupo Promotor del Cerdo Mexicano, A.C.
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