miércoles, 14 de marzo de 2012

Mitos y realidades del consumo de la carne de cerdo en México

En México el consumo interno es de 18 kilos per cápita, mientras que en Alemania, España o Dinamarca es de 75 kilos

México, DF a 12 de marzo de 2012. De acuerdo al estudio “Percepción del consumidor de la carne de cerdo”, realizado por la empresa de estudio de mercados Brain, se detecto que existen diversos mitos en torno a la carne de cerdo, rumores que se escuchan y se repiten sin que se comprueben. “Se cree que la carne de cerdo es un alimento agradable a nivel sensorial, pero a nivel afectivo produce reserva, desconfianza, preocupación, remordimiento y culpa, mencionó Laura Ruvalcaba, CEO de Brain S.A de C.V.

Y agregó: “La percepción social de alimento perjudicial para la salud se construye a partir de una carga simbólica negativa, suciedad y gordura; una mitología heredada sobre parásitos e infecciones, como lo es la cisticercosis; pero sobre todo de una tendencia ascendente a relacionarla equivocadamente como un alimento grasoso y dañino”.

Contrario a lo que se cree este alimento es sano, nutritivo, limpio, sabroso, bajo en grasa y no transmite enfermedades al ser humano”, señaló el Mtro. en Nutrición Animal, Diego Braña Varela, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Y agregó: “El cerdo es una rica fuente de aminoácidos, hierro y zinc, además de aportar ácidos grasos oleicos, mismos que se encuentran en el aceite de oliva”.

Algunos de los mitos más frecuentes que tiene el consumidor mexicano en relación a la carne de cerdo son los siguientes*:

Mito – La carne de cerdo es grasosa y dañina, por lo que se relaciona con problemas de salud pública como la obesidad y la diabetes.

Realidad - La carne de cerdo ayuda a mejorar el perfil de las grasas en el cuerpo, ya que es una fuente de omega 3 y ácido linoléico conjugado, por lo que impacta positivamente la salud humana. La principal grasa (48%) del cerdo es el ácido graso Oleico, el mismo del aceite de oliva. La carne de cerdo contiene menos colesterol comparada con el pollo y la carne de res.

La carne de cerdo es más indicada para personas que tienen presión sanguínea alta, ya que el potasio ayuda a regular los niveles de sodio que aumentan la retención de líquidos en el cuerpo.

Mito - El consumo de la carne de cerdo está contraindicado con el suministro de antibióticos (inhibe su efecto, riesgo de choque alérgico).

Realidad – Esta comprobado que el consumo de la carne de cerdo no interviene en la efectividad de los medicamentos y tampoco provoca reacciones alérgicas en interacción.

Mito - Los médicos siempre la prohíben

Realidad - En cuanto a prohibición de la comunidad médica, está comprobado científicamente que esto no tiene razón de ser, la carne de cerdo aporta los nutrientes necesarios que ayudan a una recuperación y es falso que favorezca las infecciones. También hay que tomar en cuenta que lo que se prohíbe es la grasa con la que pueda estar frito el alimento.

Mito - La carne de cerdo produce cisticercosis

Realidad - Los sistemas de producción modernos aseguran que la carne de cerdo esté libre de este tipo de parásitos, ya que durante todo el proceso los animales nunca están en contacto con las heces humanas, principal factor de diseminación.

Mito – Se producen en chiqueros, lodo y traspatios

Realidad – A diferencia de hace 50 años cuando los cerdos eran alimentados para producir grasa, nuestros sistemas de producción actuales se enfocan principalmente en la generación de carne magra. Los animales se alimentan principalmente con maíz, trigo, soya y canola y están bajo estrictas condiciones de higiene. Ejemplo de esto es que México exporta a uno de los países más exigentes, Japón, donde somos el cuarto exportador.

Actualmente México exporta más de 100 mil toneladas de carne al año y el consumo interno es bajo, alrededor de 18 kilos per cápita, mientras que en Alemania, España o Dinamarca es de 75 kilos.

Para finalizar, el especialista recomendó no consumirla en ambientes insalubres. “Es importante que dejemos atrás rumores que surgieron hace muchas décadas y que se han mantenido a través de generaciones, lo único que hacen es afectar a una industria completa y limitan al consumidor a disfrutar de un alimento rico y nutritivo”.

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